Palacio del Dr. La encina
Aunque de estilo renacentista, la fachada del edificio posee caracteres barrocos de finales del siglo XVII.
Su estructura en dos pisos, la planta baja es de sillares de piedra, la primera planta sólo posee sillares en esquinas y balcones.
En todo el palacio se hace simétrica la correspondencia de balcones y ventanas. En el centro de la fachada, encima de la puerta principal, se encuentra un enorme escudo rodeado de otros cuatro más pequeños (ver heráldica).
Este edificio está considerado como una de las mejores piezas arquitectónicas de La Roda y de toda la provincia, tanto por su indudable mérito y belleza como por su magnífica conservación.
Heráldica: El escudo del apellido “La Encina”
Se trata de un gran escudo perteneciente al apellido La Encina, con otros cuatro escudos más pequeños, dos a cada flanco, que corresponden a sus abuelos.
En el interior del escudo principal aparece una encina con bellotas y largas raíces, con dos lebreles atados al tronco; en la bordura se representan ocho aspas.
El exterior del escudo lo envuelven clásicas volutas, simulando cuero o pergamino, y ya timbrado con un yelmo que mira de frente, queriendo manifestar su magnífica nobleza. El penacho del casco está artísticamente labrado presentando nueve plumas.
Los cuatro escudos que acompañan al principal, pertenecen a los apellidos de los abuelos de D. Fernando La Encina y de su hermano D. Gabriel, tras litigar contra la Villa de La Roda y Tarazona para demostrar su nobleza; fueron declarados por tal hazaña en 1656 en la real Chancillería de Valladolid, “Caballeros, hidalgos notorios de sangre en posesión y propiedad de casa y solar conocido”; por ello dispusieron tallar los magníficos escudos de esta portada para proclamar su reciente hidalguía (finales del s. XVII).