Iglesia de «El Salvador»
Espléndida construcción que probablemente se comenzó a edificar entre los años 1510 – 1515. Situada en lo que se conoce popularmente como “Loma del Castillejo” por encontrarse allí en antiguo castillo de Robda (destruido por orden de Isabel la Católica entre los años 1476 y 1478).
Comprende tres estilos arquitectónicos: Gótico, Barroco y Renacentista, predominando este último, de aspecto monumental, con grandes dimensiones y macizos contrafuertes. Se accede al interior por dos portadas laterales de estilo Renacentista construidas entre 1650 y 1680, flanqueadas por pedestales labradas que sostienen dos pares de columnas dóricas y rematadas sobre sus arcos por hornacinas que alojan la imagen de El Salvador (Sur) y de la Inmaculada (Norte).
La iglesia comenzó a construirse con una estructura gótica a principios del siglo XVI, remodelándose y engrandeciéndose posteriormente, al tiempo que el Renacimiento fue cambiando la estructura original. Parte de esas fases góticas podemos apreciarlas en algunos pilares, en arcos apuntados de las naves, en ventanas y arcos de capillas.
En 1525, se construye en piedra el retablo renacentista de las Ánimas, situado en la Capilla de la Inmaculada. Una pieza excepcional, por su enorme riqueza decorativa de inspiración clásica: motivos vegetales, candelabros, guirnaldas y frutos, animales…
A partir de 1541, se construye la segunda fase. La introducción de la columna marca los inicios de las formas renacentistas. Ocho columnas (seis con capiteles jónicos y dos con toscanos) sustentan las bóvedas de arista. La cúpula se alza abriendo el segundo tramo de la nave central. Corresponde a las llamadas iglesias columnarias, que básicamente consisten en una planta derivada de la basilical, con un alzado de tres naves longitudinales (45 m.) y cinco transversales (21 m.), alcanzando en la linterna de la cúpula una altura de 26 m.
Adosada a la parte posterior, por donde se inició la obra, en 1581 se ordena construir una majestuosa torre campanario de traza herreriana, con cuatro cuerpos, rematada por pirámide de sillería con bola o esfera de remate. Alcanza una altura total de 60 metros, que junto con los 12 metros de montículo dan lugar al llamado “FARO DE LA MANCHA”.
En 1721 finalizaba el decorado del retablo mayor por Tomás Belando. Este retablo es una pieza notable del churrigueresco de la época, el director de obra se cree que fue Francisco de Aro y en ella intervinieron Juan Martínez y Sebastián Zomeño.
Actualmente, en el interior del templo numerosas obras conforman el Museo Parroquial, entre ellas destaca un espléndido lienzo de Lucas Jordán (siglo XVII) que se encuentra en la Capilla del Rosario y en el que se representa la “Adoración de los Magos”. Esta obra fue realizada por encargo de D. Antonio de la Torre para la capilla de su propiedad.
En la Sacristía pueden contemplarse los restos de una excepcional talla de madera policromada anterior a 1.569, atribuida a Berruguete.